Todos los finales son el mismo repetido
Hay ventajas y desventajas en vivir en un mundo plagado de archivos digitales. A veces parece que -frente a tanta data- la cabeza te va a explotar. A veces no. En esas ocasiones positivas tomás aire, prestás atención y rutás de eso que encontraste resurgiendo desde el fondo mismo del océano digital de la memoria reciente.
Este caso que vamos a compartir en esta entrada es un caso que consideramos muy positivo.
En La Yapa Web estamos trabajando en un proyecto ambicioso que ya te contaremos en breve, pero hoy te tiro un pequeño spoiler para que podamos entender el valor del audio que vamos a compartir en esta entrada.
En ese titánico trabajo que nos planteamos en La Yapa Web, hay que digitalizar en tiempo real cientos de cassettes que contienen entrevistas salientes a personas que construyeron la cultura de nuestra región. Muchos de esos cassettes están grabados sobre cintas que contenían archivos previos. Quien haya trabajado la comunicación antes de la era digital recordará que así era la cosa: usabas un cassette veinte veces, hasta que quedara transparente.
Este caso es uno de esos. Es un viejo TDK transparente, y al terminar la entrevista a uno de los artistas plásticos más influyentes de nuestra región, aparece una vieja grabación anterior. Es un "aire" conocido, al menos para las generaciones que crecimos escuchando a Larrea, disfrutando y aprendiendo de su manera de comunicar: divertida, directa e inteligente. No hay dudas: la grabación es de "Rapidísimo", el programa matutino que el país entero escuchaba mientras habitaba sus espacios de laburo.
La alegría es grande, no es magia, pero se le parece. De repente -y en medio de un trabajo cansador de horas- aparece para mí y de la nada Héctor Larrea y todo su equipo para poner al aire esa enorme maquinaria de aire. La emoción inicial es fuerte, pero lo que sobreviene a los dos minutos directamente me deja con la boca abierta del más puro asombro: comienza el sketch que cada martes por la mañana el equipo de "Rapidísimo" estrenaba en vivo para el beneplácito de la audiencia, una parodia feroz y super cómica a "Tiempo Nuevo" el programa que Bernardo Neustadt hacía cada lunes por televisión, uno de los programas más vistos por la ciudadanía.
Y aquí termina mi spoiler, porque el resto lo tenés que descubrir vos por vos mismo, por vos misma. Todo lo que vas a escuchar en el guión repentista del cómico que imita a Bernardo Neustadt, resaltando en tono de comedia su enfermiza manía de chuparles las medias a quienes desde el poder estaban hambreando al país, es EXACTAMENTE LO MISMO que hoy están diciendo muchos de los periodistas que reemplazaron generacionalmente a Bernardo.
La grabación es de 1997, es decir: han pasado 27 años, la edad de tu hijo o hija que se recibió de profesional o que te hizo abuelo o abuela ¿no? O quizás diez años antes de que vos -que tenes 18 recién cumplidos- nacieras. Todo ese tiempo ha pasado, pero todo se repite como en un simulcop patético. No hablo ya de las ideas generales, sino de las palabras: ¡palabra por palabra!
Joaquín Sabina, el cantautor popular que ha dejado algunas canciones cuestionables, es cierto, pero muchísimas con un gran sentido de la reflexión sobre la existencia, dice en "Ruido", una gran canción que habla sobre el presagio de un divorcio tóxico y demorado, que "todos los finales son el mismo, repetido". En el contexto de su composición esa frase es brillante por donde se la aborde. Hoy se la vamos a tomar prestada para ponerle el título a esta nota y montarla a este otro contexto, el de un pueblo que se sienta masivamente a ver/escuchar a los nuevos comunicadores que sostienen sin ningún sentido crítico frases bobas como "estamos mal, pero vamos bien" solo para que el castillo de naipes de un gobierno cuestionable no se caiga por el peso de ese mismo pueblo despertando a la realidad. Lo hizo Neustadt, 27 años después lo hacen varios de los más vistos y escuchados, sin cambiarle una sola palabra al guión, porque sí: todos los finales son el mismo, repetido.
Perlita Fernando. No seguía ninguno de los dos programas pero los conozco. Se trata de repeticiones, sin dudas, nunca se extinguen ciertos sujetos.