Sabina es un atorrante
- layapanqn
- 20 oct 2024
- 2 Min. de lectura
Sabina escribió un tema que promete no ser el último de su abundante libreta de canciones: "Un último vals" .
#LaYapaWeb comparte, y lo hacemos porque no queremos quedar afuera de su provocación.
Sabina, como sabemos, es un provocador y lo será hasta su último trago, que no está previsto cuál será, dónde y con quien.
Cuando el amor hace toc toc en el cuore, aparece él y tantas ocasiones, como lugares, momentos, perfumes, gente asoman como estrellas únicas en nuestras vidas para quedarse.
Sabina se ha caído y levantado de sus propios golpes, y lo hizo siempre con una canción que nunca sabremos si le dolió hacer, o la gozó al punto de que la aprendamos de memoria.
Y ahora nos provoca una vez más, nos amenaza "a ver si somos capaces de esconderlo a la altura de una tumba para siempre"...
No Sabina, no Joaquín, sos tan atorrante que pedís, o das un último vals para que suene a eternidad.
Sos muy atorrante, amado Joaquín.
UN ÚLTIMO VALS
Cuando no salga mi jeta en los diarios
ni los novios bailen ya “Noches de Boda”,
cuando sólo esté de moda si me caigo otra vez del escenario.
Cuando el otoño esté más loco que una cabra,
cuando cenes en el bar del hospital,
cuando ensayen los colegas las palabras que dirán el día de mi funeral.
Cuando no sepa la orquesta la canción que te escribí,
cuando las casas de apuestas no den un euro por mí,
cuando cierren las cantinas y el laurel de mi corona sea de espinas…
Aún voy a guardar un último vals para ti.
Tú que corriste a rescatarme de las llamas,
tú que pusiste paz en mi ciudad sin ley,
tú que aprendiste en mis electrocardiogramas
que hace tiempo que no sigo siendo el rey.
Yo, que soy cinturón negro en pesimismo,
que me fundo en cuatro copas el jornal,
que prefiero ser cualquiera a ser yo mismo,
que prefiero ser Don Nadie a ser Don Juan.
Cuando la luna se esconda para no verme sufrir,
cuando en mis noches de ronda ni Leiva me pida un bis
y guarde luto la nieve, y no salgan las estrellas cuando deben.
Cuando ciertas mañanitas no me pueda ni vestir,
deshojando margaritas que nunca dicen que sí,
cuando agonicen las flores y los pájaros padezcan mal de amores…
No olvides guardar un último vals para mí.
Cuando enmudezcan por decreto los cantantes
y los amantes hagan huelga general
y los mejores estudiantes se doctoren con honores en el arte de ignorar.
Cuando no sepa la orquesta la canción que te escribí,
cuando las casas de apuestas no den un euro por mí,
cuando cierren las cantinas y se baile reguetón en la oficina…
Aún voy a guardar un último vals para ti.
No olvides guardar un último vals para mí.
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