Partidas y bienvenidas
Para quienes han tenido la oportunidad de viajar por largas y cortas distancias, saben lo que significa separarse de su lugar y reconocer el placer de estar en otro. No sé que porcentaje de argentinos son los que se anotan en la lista de viajeros por el mundo, pero sabemos que los hay en una cantidad suficiente como para hacerse notar de una manera u otra.
Los que debieron dejar su lugar apremiados por situaciones difíciles y o peligrosas, forman parte de la historia de la humanidad, siempre o casi siempre, se trata de huir del horror. Los argentinos lo sabemos y padecemos ausencias exigidas, dolorosas, a lo largo de la historia reciente como consecuencia de la dictadura militar.
Sabemos también, de aquellos que lo hacen por curiosidad, aventura o empujados por un reconocimiento a sus valores personales(artísticos, científicos etc.) que son los que motivan este comentario.
Artistas, científicos, investigadores, obreros especializados nuestros viven en distintos puntos del planeta, todos o casi todos, están instalados como "para siempre" aunque ese para siempre no esté en los registros de los que se quedan y los extrañamos cada dia en nuestras mesas familiares, de amigos, compañeros.
La aventura de cambiar y experimentar nuevos aires, es una tentación que motoriza a sacar un boleto y partir, cargando las valijas de sueños, desafiando las dudas y los miedos.
Según las vivencias y situación del país, siempre están los que se quieren ir, porque "este país no da para más": una historia que se repite desde que tengo memoria. Sin embargo habría que tener en cuenta los que eligen a este país, a la Argentina, el nuestro, para vivir, es decir con la misma carga de quienes hacen las valijas y se van, llegan.
Con solo mirar a nuestros costados nos encontraremos con rusos, chinos, españoles, italianos, colombianos, venezolanos y así, muchos puntos de origen de nuestros nuevos vecinos, amigos y compañeros. Es la movilidad social, es la migración permanente, es el intercambio necesario, es el humano que siente que puede y quiere buscar "su" lugar y que en ello se les va la vida.
Estaba mirando un video del ensayo de León Gieco con la Murga "Agarrate Catalina " de Uruguay cantando "Cinco siglos igual", enseguida otro posteo con un pianista mendocino Leonardo Pittella Lahoz, (17 años), brillando en París en un certamen internacional; Chola Poblete, mendocina premiada en la Bienal de Venecia de Arte contemporáneo, en NY, Sofía Tosello (nieta del Ingeniero Silvio Tosello de Neuquén) cantando tangos con especial reconocimiento del público; científicos de las Universidades Argentinas, del Conicet y de tantos otros institutos prestigiosos nacionales que abundan en una lista de destacados y premiados que sería interminable en esta entrega.
Así andan por otros paisajes alejados del país, dueños de todos los oficios haciendo lo que se hace: vivir. ¿Los extrañamos?, si, pienso que hay muchos, miles, extrañando a su seres cercanos y queridos en el mundo y me da la certeza que el planeta parece grande, pero es pequeño y que en algún punto nos encontramos, con unos y otros. Cada partida, también es una bienvenida y no es poco.
Hilda López
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