La Patagonia es el escenario perfecto para escribir western.
El escritor Matías Castro Sahilices publicó Salvaje Sur, una revista que homenajea al género con relatos de escritores patagónicos.
* Entrevista de Pablo Montanaro
Aventuras de buscadores de oro, duelistas, persecuciones, mineros, tahúres, cazarrecompensas y rabdomantes, ambientadas en el sur patagónico pueden leerse en las páginas de Salvaje Sur, una revista del género western editada en San Martín de los Andes por el escritor Matías Castro Sahilices.
Con una cuidada edición en la que las ilustraciones, tipografías y avisos publicitarios imitan aquellas revistas publicadas desde fines del siglo XIX hasta fines de los años ’60, Salvaje Sur reúne a destacados escritores de la región que se sumaron a la propuesta lanzada por este escritor nacido en Rosario, que desde 2010 reside en San Martín de los Andes y que en breve aparecerá su primera novela Barcelogasona.
¿Por qué editar una revista de género western?
Podría decirse que mi amor por el western fue a primera vista, desde muy chico, un poco influenciado por mi viejo, y otro tanto por las tardes de “Sábados de Súper Acción” que emitía en los ’80 canal 11 (hoy Telefe). Creo que el punto de inflexión fue cuando vi por primera vez “El bueno, el malo y el feo”, de Sergio Leone. Imposible no verme conmovido por esos cuatro personajes, porque aparte de los tres del nombre, tenés la geografía, o sea, el oeste. Esa sensación de libertad y bastedad del territorio se ancló en algún lugar de aquel pibito, que no pudo dejar de buscar el género en diversas lecturas, cómics, más películas y series. Si a todo eso le sumás la simpatía por las “ediciones no convencionales”, los rescates y los falsarios, era cuestión de tiempo que algo como Salvaje Sur terminara engendrándose.
La revista recrea un estilo de las viejas publicaciones que contaban historias en el Lejano oeste norteamericano.
Salvaje Sur recupera la estética del tipo de revistas que se publicaron desde fines de siglo XIX hasta fines de los ‘60, que estaban compuestas por un conjunto de relatos y venían acompañadas de unas pocas ilustraciones. Además, entre los textos, se hacía publicidad de diferentes productos y servicios, así que eso también fue tenido en cuenta, diseñando cada aviso como si estuviéramos a principios del siglo XX.
No sólo se ha cuidado el diseño, la ilustración de cubierta, las tipografías y los avisos publicitarios para imitar aquellas publicaciones a las que hacía referencia, sino que los autores invitados han recreado con maestría las voces que supieron leer nuestros padres y abuelos, incluso conservando los giros de las traducciones. Ha sido un placer poder trabajar con todos ellos y presentarlos en esta edición tan especial que, si se quiere, “jinetea la nostalgia”.
¿Con qué historias el lector se encontrará en Salvaje Sur?
Los autores que accedieron a participar del proyecto son conocidos en la región y fuera de ella. También son amigos, así que fue un placer poder dialogar con los enfoques y “los límites” del género. Lo destacable es que todos accedieron a publicar con seudónimo para mantener el verosímil de la propuesta. Los textos son de Marcelo Gobbo, Luis Cattenazzi, Herman Costarasanti, Cristian Carrasco, Emiliano Büllow, Carlos Chávez, Diego Rodríguez Reis, Facundo Bocanegra, Melina Pariente y de este servidor. Hay cuentos sobre venganzas, duelos, persecuciones, encuentros inesperados, mineros, rabdomantes y deudas pendientes, o sea, un buen pantallazo de las historias clásicas que ha abordado el género. Lo importante es que muchas de estas historias no ocurren allá, sino acá, en el territorio que habitamos. Por eso el guiño en el nombre de la publicación.
¿Crees que la geografía y el ambiente patagónico puede ser buenos motivos para escribir este género?
La Patagonia tiene todo lo necesario para ser el escenario perfecto. De hecho, lo fue, si tenemos en cuenta las historias que cuentan de aquella época. Desde los episodios de las guerras civiles y las relaciones con los pueblos originarios, pasando por los buscadores de oro desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, para recalar, finalmente, en los bandoleros norteamericanos en la comarca andina. A eso hay que sumarles los nuestros, como Hormiga Negra, Moreira, Figueras o Santos Guayama. Todo parece indicar que, probablemente, en un próximo número de Salvaje Sur, se salpique un poco el western con la gauchesca.
¿Cómo ha sido tu relación con el género a través de la literatura, el cine y las series de televisión?
Mi relación con el género empezó con libro que leí de chico: “Buffalo Bill”, de la colección Robin Hood. Después, le siguieron los cuentos de Ambrose Bierce, Bret Harte, O. Henry, algunas novelitas de Bruguera y las obras de Elmore Leonard, Jim Harrison y Charles Portis. En cuanto al cine, hace años que trato de ponerme al día: Ford, Hanks, Hughes, Sturges, Corbucci, Leone, y Peckinpah. Sigo consumiendo a Eastwood, Costner, Tarantino y los hermanos Coen una y otra vez. En cuanto a las series, El zorro, Bonanza, Las aventuras de Brisco County Jr, Deadwood, Justified, Hell on Wheels, Yellowstone, The Mandalorian, Westword. Sin embargo, me queda mucho por ver y tengo siempre una lista de pendientes.
¿Por qué cree que el género western que tuvo grandes escritores a fines del siglo XIX y comienzos del XX decayó en los ’70?
Más allá de los primeros autores de western, como Zane Grey, Oakley Hall o Wister, tenés a tipos como Elmore Leonard, que siguieron publicando el género hasta su muerte. Cormac McCarthy, Annie Proulx, Philippe Meyer, Daniel Ray Pollock, por nombrar algunos, siguen manteniendo el género vivo, aunque redefiniendo sus fronteras, cosa que lo enriquece. Un buen ejemplo es la última novela del argentino Hernán Díaz, “A lo lejos”. Salvando las enormes distancias, Salvaje Sur trata de hacer lo mismo: reestructurar, mezclar y tamizar el género desde acá, con otras voces y otro territorio.
Cómo conseguir Salvaje Sur
La revista Salvaje Sur puede conseguirse en la librería Mythos en General Villegas 658 en San Martín de los Andes, que hace envíos a todo el país, o escribiendo un mail a: matcast@gmail.com o comunicándose al celular 2944919207. Su valor es 300 pesos.
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