Krenak y los ríos que somos
Pensemos por un instante en la manera en la que vulgarmente intentamos entender las fuerzas de la naturaleza que nos rodean quienes vivimos en ciudades medianas o grandes. No hace falta hacer mucho esfuerzo para comprender que mayoritariamente la mirada que hacemos es antropocéntrica y -en nombre de la civilización- es también bastante irresponsable.
Si bien la tendencia es ésta, tan ligada al tiempo del dinero y a la construcción del poder humano individualista por sobre todas las cosas, desde hace algo más de una década ha surgido con fuerza en Latinoamérica una dinámica de pensamiento que trae de regreso muchas de aquellas corrientes de pensamiento originarias sofocadas durante siglos. Todas ellas son -bajo la lupa occidental europeístas- filosofías panteístas, es decir: de las que celebran que "el todo" es la divinidad, y no un dios antropomorfo del cual somos su imagen y semejanza (¿por qué, somos acaso pequeños dioses individuales?).
Uno de los pensadores que más fuerte ha terciado en esta corriente de pensamiento filosófico y espiritual (feyentun le llama el pueblo mapuche) es Ailton Krenak, pensador, escritor y vocero de su propio pueblo, el Krenak, nacido en Itabrinha de Mantena, en Minas Gerais, Brasil.
Nacido el 29 de septiembre de 1953, a los 17 años se trasladó con su familia al estado de Paraná, donde se convirtió en escritor y periodista gráfico. En la década de 1980, se dedicó exclusivamente al movimiento indígena. En 1985, fundó la organización no gubernamental Centro para la cultura india, cuyo objetivo es promover la cultura india. Elegido para el Congreso Nacional de Brasil en 1986, Ailton participó en la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Constitución brasileña de 1988. En 1988, participó en la fundación de la Unión de los Pueblos Indígenas, una organización con el objetivo de representar los intereses indígenas dentro de la escena nacional.
En 1989, asistió a la Alianza de Pueblos del Bosque, un movimiento que buscaba el establecimiento de reservas naturales de la Amazonía donde era posible el sustento económico mediante la extracción de látex de los árboles de caucho y la recolección de otros productos forestales. Desde 1998, la organización lleva a cabo en la región de Serra do Cipo, Minas Gerais, un festival diseñado por Ailton: Festival de Danza y Cultura India, que tiene como objetivo promover la integración entre los diferentes grupos indígenas brasileños.
Su obra fue recibida de muy buena manera en el planeta entero, lo que le posibilitó brindar conferencias y trabajar con asociaciones no gubernamentales y reparticiones estatales con carteras ambientales en diferentes partes del mundo.
Sólo tres escritos publicados: "La vida no es útil", "Ideas para postergar el fin del mundo" y "Futuro Ancestral" bastaron para que otro punto de vista entre a la arena del pensamiento académico filosófico de cada país que se decidió por prestarle atención a cada punto que Krenak expuso en torno al ser comunitariamente, al vivir en contacto y diálogo directo con las fuerzas que nos rodean -y en definitiva nos construyen- y con esa necesidad crítica de revisar por qué no podemos apartarnos del pensamiento colonial vigente desde la modernidad.
De su último libro, Futuro Ancestral", su propia editorial dice:
"Frente a los estragos de siglos de colonialismo y devastación ecológica y social, Ailton Krenak llama la atención sobre el poder destructor del capitalismo. Si hay un futuro que imaginar es ancestral, pues ya está presente en el aquí y ahora y en lo que existe a nuestro alrededor, en los ríos, las montañas y los árboles que son nuestros parientes. Una mirada que desafía y enfrenta los supuestos que sostienen la mentalidad occidental".
También se apunta desde su casa editora:
"La idea de futuro a veces nos asusta con escenarios apocalípticos. En otras ocasiones, se ofrece como una oportunidad de redención, como si fuera posible resolver, más adelante y por arte de magia, todos los problemas del presente. En todo caso, las ilusiones nos alejan de lo que está a nuestro alrededor. En esta nueva colección de textos, Ailton Krenak nos provoca con la radicalidad de su pensamiento insurgente, que desplaza al sentido común e invoca la maravilla".
A todo esto, dice el propio Krenak:
"Los ríos, esos seres que siempre habitaron los mundos en diferentes formas, son quienes me sugieren que, si hay un futuro a pensar, ese futuro es ancestral, porque ya estaba aquí".
Y sobre Ailton Krenak dice el sociólogo y comunicador Muniz Sodré:
"Ailton Krenak es un filósofo originario: desentraña del pensamiento indígena una forma que los occidentales se habituaron a reconocer como "filosofía" y la confronta -a medida que también la acerca- con los modos especulativos europeos y otras cosmovisiones tradicionales. Dice Krenak, en este libro, que el futuro es ancestral. Y esto de inmediato evoca a Heráclito, para quien "origen" es destino. Pero Krenak va más allá y se refiere de manera implícita y concreta a la ancestralidad como la tierra misma, pensamiento que se asemeja a las perspectivas de matriz africana. Es decir: eso que siempre estuvo ahí, como lo más cercano a nosotros en el pasado, que está ahora y estará después, como eterna presencia del ser. La lectura de los textos aquí reunidos es la experiencia de romper el espacio que nos rodea en busca de algo que todavía no se conoce, pero se presenta. Es un viaje guiado por el trance de la pasión por el descubrimiento. El Watu y los otros ríos de los que habla Krenak, junto con sus seres, son entidades vivas, lo bastante astutas para sumergirse en la tierra en busca de mantos freáticos y escapar del bullying de las planchas de cemento que intentan aprisionar su fluir, o incluso sobrevivir al ecocidio tóxico de los detritos. Pero el río también es tierra, y es árbol, está en nosotros por dentro y por fuera, en los ciclos infinitos de las metamorfosis vitales del planeta. En el Fedón, de Platón, Sócrates enseña que la filosofía es música. En la modernidad, fue equiparada con la poesía. Afines al cuidado del mundo, las palabras de Ailton Krenak suenan musicalmente poéticas, antes de que el lector inicie su viaje por una deslumbrante filosofía de la tierra"
Ahora sí, pensando en los ríos que tengamos cerca de nuestros hogares a la hora de leer este artículo, compartamos un fragmento de su ensayo "Futuro Ancestral", editado en español por Taurus:
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