El hombre del "Neuquén es compromiso"

Texto escrito ayer, sábado 01/03/25, por Mario Cippitelli, en el Día del Himno de Neuquén, implementado en homenaje a Osvaldo Arabarco, quien murió el 1 de marzo de 2015
Cacho Fontana cerró la histórica transmisión de la televisión y despidió al equipo neuquino. “Gracias, colegas. Gracias, Neuquén”, dijo con ese tono tan firme y característico. “De nada. Neuquén es compromiso”, fue la respuesta.
A Osvaldo Arabarco, locutor y periodista se le ocurrió la frase en ese preciso momento. Durante varios minutos había estado en contacto con Fontana, ya que el famoso animador conducía el primer programa de Argentina Televisora Color (ATC), con motivo de la inauguración del canal oficial y los equipos. Se daba un paso importante en las comunicaciones del país con la llegada del color a la televisión.
Corría 1978 y Osvaldo era ya un reconocido periodista y locutor de LU5 y Canal 7. Había comenzado en el oficio en la década del '60, casi de casualidad, después de su paso por la carrera de medicina.
Osvaldo quería ser médico y su padre, Oscar, un enfermero que había trabajado desde los inicios de la salud pública junto a pioneros como Castro Rendón, lo apoyó cuando el joven le contó que tenía intenciones de ir la Universidad, en La Plata. Ahí cursó hasta cuarto año, pero un imprevisto le cambió la vida. En 1966 su padre murió y Osvaldo tuvo que volverse a Neuquén para colaborar con su madre y su hermana.
Primero ingresó a la universidad para trabajar “en cualquier cosa”. Sirvió café, llevó papeles, fue chofer y, por su formación y cultura general, comenzó a escribir las primeras gacetillas informativas de la casa de altos estudios, cuya sede estaba en la calle Belgrano.
Cierto día le pidieron en LU5 que leyera la gacetilla que había escrito. Allí comenzó la pasión. Osvaldo empezó a practicar el oficio tipeando en las viejas Lexicon 80 y haciendo periodismo de la manera artesanal, como se hacía en aquella época. “Todo
era mucho más difícil -recuerda- porque la tecnología era muy pobre”.
Es que para escribir los panoramas de noticias había que informarse a través de las radios de Buenos Aires. “Era mucho esfuerzo e imaginación”, reconoció en una de las últimas entrevistas que le hice.
Con esa creatividad, comenzó a escribir “y a contextualizar” las noticias. “Cuando uno informaba tenía que darle al oyente todas las herramientas posibles para que se imaginara los hechos. Ahora es distinto, pero en aquella época era así: todo era creativo, muy romántico”, aseguró.
En esos tiempos de escriba, Osvaldo combinaba palabras, buscaba frases y -casi sin querer- hasta hacía poesía. “Cuando en el canal te pedían una nota de color del otoño había que hacer imágenes, pero también era necesario escribir un guion. Y en ese caso terminaba siendo algo muy literario y poético”, sostuvo.
Con el tiempo y la enseñanza de grandes maestros que pasaron por la radio y la televisión, Osvaldo, un tipo que quería ser médico pero el destino se lo había impedido, era ahora un “animal de los medios”, un hombre que parecía haber nacido para hacer radio y televisión.
El día que le anunciaron que Cacho Fontana animaría la inauguración de ATC para comunicarse con todas las estaciones del país y que él sería el encargado de representar a Canal 7, casi no durmió por el solo hecho de pensar que aquella histórica transmisión se vería en toda la Argentina.
Ese día se improvisó un pequeño set de TV debajo de la antena de ENTEL, ubicada en la calle Alberdi, y cuando Buenos Aires conectó con Neuquén, a través de ATC, Osvaldo dialogó animadamente con Fontana. Que la tecnología, que el país, que las comunicaciones, que el color… Cuando Cacho lo despidió y le agradeció su participación a él y a la provincia, Osvaldo contestó con esa frase que improvisó en el momento: “Neuquén es compromiso”.
“Me gustó tanto que cuando llegué a mi casa me puse a escribir versos a partir de esa frase”, recordó con mucha emoción durante aquella charla en su casa.
Las combinaciones de palabras, pulidas y corregidas, se convirtieron de golpe en el poema "Trabun Mapu" (pacto o tratado de la tierra), que luego el talento de Don Marcelo Berbel terminó ilustrándolo con música.
La belleza de aquella creación fue tal que el pueblo lo convirtió finalmente en el himno de Neuquén. Tuvo el origen en una frase improvisada y fue producto de aquel reconocimiento -como dice la canción- humilde y mestizo, que hoy es canto al país.
留言