Dignamente bello

La historia musical de la Argentina tiene, seguramente, un lugar reservado en su memoria para el compositor, autor, escritor y cantante Víctor Heredia.

No es poco pensar en un muchacho de un barrio porteño nacido en Monserrat, e imaginarlo atravesar kilómetros por distintas partes de América y Europa. Víctor, se instala de esa manera como un artista sólido, escritor y militante de la poesía y los ritmos de América Latina.

Desde pequeño toma la música y se aferra a ella, para transmitir el bagaje poético que anidaba en sus entrañas. La escolaridad primaria la realiza en su barrio natal y la secundaria en Paso del Rey, transitando los primeros años de su reconocida figura musical desde ese “lugar entrañable” (según sus palabras). A los 19 años es “Revelación en Cosquín” (1967) y a partir de allí, su marcha se motoriza con una enorme producción y recitales por todos los rincones del país y exterior.

En 1969 obtuvo el premio Consagración en el mismo festival y su álbum “El Viejo Matías” se instaló como pan caliente superando el medio millón de copias vendidas. Su presencia en el Festival de la OTI (1972), escenario fundamental del “Gran Premio de la canción iberoamericana” (que recorrió el mundo hasta su desaparición en el año 2000), significó un espaldarazo a su trayectoria en ascenso.

Victor posee una sensibilidad aceitada en vivencias profundas que lo hicieron y hacen mirar al país y al mundo de una manera particular y emotiva. Es por ello que, en el año 1974, obtiene el permiso de la familia de Pablo Neruda, para musicalizar algunas de las poesías de su gran obra literaria y aparece el álbum “Víctor Heredia canta Pablo Neruda”, impactando así en el sentir de dos pueblos hermanados como Argentina y Chile.

Víctor fue perseguido por la dictadura militar de Argentina, su obra fue prohibida en todos los medios y en muchos lugares de América y rincones del país, se lo escuchaba desde la clandestinidad. Fue la manera que miles de seguidores lo acompañaran en la pérdida de su hermana, desaparecida en manos de los militares protagonistas de la dictadura del año 1976 al año 1983, hasta le fecha.

¿Cuántas placas grabó?, ¿Cuántos premios obtuvo?, ¿Cuántos escenarios y compañeros de ruta pueblan su historia?, ¿Cuántas canciones están en el recuerdo? Víctor escribe su historia hasta hoy con la dignidad de quien aseguró su espacio del lado del corazón popular y de la justicia social.

Desde La Yapa, le brindamos este reconocimiento, y fundamentalmente, de esa magnífica obra del año 1974 sobre la poesía de Neruda.

Recordamos: “Cuando tenias en tus ojos el sol”, ”Cuerpo de mujer”, “Niña morena y ágil”, “Sube conmigo Amor Americano”, “La muerte del mundo cae sobre mi”, “Alberto Rojas Jiménez viene volando”, “Por estos muertos“ , “Porque ha salido el sol” y “Levántate conmigo”. Álbum imprescindible.