"Decimos verdades porque no son mentiras"

Este domingo 9 de marzo a las 21 vuelve a subir a escena “Vairoleto, Pechito Libertario”, la obra de La Pelela Títeres para todo público que aúna a un verdadero seleccionado de dos generaciones del universo titiritero regional. Protagonizada por Daniel Aguirre, escrita por Rafael Urretabizkaya, dirigida por Carlos Piñero y musicalizada en vivo por Andrés Duran y Santiago Aguirre, la obra ha tenido un recorrido épico. Estrenada a fines de 2016 “Vairoleto, Pechito Libertario” fue representante de la provincia de Neuquén en la 33° Fiesta Nacional del Teatro, paseó por escenarios de casi todas las provincias argentinas y giró además por México y España. Fue presentada en grandes teatros tanto como puestas callejeras, en escuelas, salones comunales, gimnasios, cárceles y parajes rurales recónditos. Es más, cuando le pedís a Daniel Aguirre un listado de lugares excéntricos y emocionalmente potentes por donde la obra paseó no duda en contarte:
“Una vez en Ruca Choroy bajamos todos los instrumentos y equipos de sonido, y nos dimos cuenta que no había luz eléctrica. Además cuando bajamos del auto, el piso sonaba y crujía cuando caminábamos ¡de lo congelado qué estaba!. La gente, como en los cuentos, llegaba de todos lados y cuando terminamos todos se acercaron a ver los titeres y los instrumentos, niñes y adultos. Cuando se fueron, me di cuenta que se habían llevado uno de los revolveres de juguete que usa Vairoleto en la obra. Y me di cuenta que había sido un niño. Uno de los referentes de la comunidad que nos había recibido nos dijo : 'Y sí, que se iba a llevar ¿un titere, para qué le hubiese servido? Ahora anda jugando por el campo con un revolver, gritando: ¡Soy Vairoleto!'. Otra vez fue en la cárcel de Neuquén, con los internos de público y los policías alrededor. Vairoleto, pelea con un milico y le gana. En ese momento explotó el lugar de gritos y aplausos. Y tengo un último lugar: un pueblo que se llama Amecameca dentro del Estado de México, una feria inmensa, donde se conmemoraba Día de Muertos. Comenzó a lloviznar y nadie del público se fue. Se quedaron todos hasta el final. En México lo relacionaban a Vairoleto con Jesús Arriaga Chucho, “El Roto”, una figura histórica que era similar a Vairoleto”

Daniel Aguirre es tan titiritero que sostiene que “la vida cabe en dos maletas”, una frase titiritera hermosa, sin dudas. Pero no nos confundamos ni romanticemos por demás, porque hay una actitud más de dinámica de acción que de simple nomadismo titiritero y bohemio en esto que dice Daniel. Por un lado él es una persona que no se queda quieta y busca escenarios en todos los lugares donde se pueda armar el tablado, sí, es cierto; pero por otro lado hace treinta y tantos años que es un referente social y cultural en San Martín de los Andes, ciudad en la que vive y para la que ha aportado miles de capacitaciones barriales y festivales titiriteros internacionales, amén de ciclos como comunicador popular en señales comunitarias y públicas de radio, entendiendo lo importante que la radio es para una comarca andina.
Si uno pregunta por él en San Martín de los Andes, todos tendrán un punto de vista claro sobre quién es y qué hace. Por ende, si hubiera que definir a Daniel, quizás lo mejor que pudiera decirse de él es que es... un sensible viajero. A él no le desagradaría para nada. Es más, hace menos de dos años, cuando fue a Radio Nacional de su localidad a promocionar el 15° Festival de Títeres de San Martín de los Andes -que él mismo organiza y produce- dijo de sí mismo:
“Nací en Allen, en el valle de Río Negro. Viví allí hasta la adolescencia. Aquí en la región, llegué a instalarme al paraje Aucapan y durante 4 años, estuvimos en una escuela rural con mi compañera y mis hijos. Cuando el mas grande de los niños cumplió 6 años nos vinimos a San Martín de los Andes. Mi compañera me conoció viajando. Siempre estuve de viaje. Como mis padres son entrerrianos, todos los años íbamos dos veces al año a Concordia, combinabamos dos trenes. Del valle a Buenos Aires y de ahí a Entre Ríos”
Este fin de semana el viajero sensible vuelve al Alto Valle y presentará en “El Arrimadero Teatro”, junto a su hijo Santiago y a Andrés Duran, que musicalizan en vivo, este, su “Vairoleto, Pechito Libertario”, una obra que nace de un recuerdo infantil, cuando en los 80's del sigo pasado él mismo ayudaba a su abuelo a afeitarse mientras ambos escuchaban por la AM el radio teatro sobre Juan Bautista Vairoleto (se lo hizo popular con la B larga, pero su apellido estaba inscripto oficialmente con V corta y una sola T) el bandolero más querido de la historia argentina sobre bandidos rurales, un personaje que ha crecido con los años como una figura pública solidaria y amada desde lo popular.

De este recuerdo luego nace un proceso creativo junto a su vecino, el docente y escritor Rafael Urretabizkaya, que le pone el texto a la obra y el aporte del maestro Carlos Piñeiro, referente total del teatro en la Argentina, quien dirige la obra. El equipo se complementa con la música en vivo de Santiago Aguirre y Andrés Durán. Todos celebrando la figura social de Vairoletto.
Aquí conviene hacer un paréntesis, y denotar que este don de “Robin Hood criollo” que hoy se le da a Juan Bautista, deviene de sus comportamientos y acciones en vida, quedaron en evidencia con cada actuar claro de Vairoleto, aun desde la clandestinidad, y también de haber compartido con quien quisiera escucucharle todas las filiaciones ideológicas anarco socialistas que abrazó, es decir Vairoleto era un hombre de ideas... libertarias.
Cien años después, el término libertario cruzó de vereda y hoy es tomado por quienes celebran la propiedad privada por sobre todo valor social comunitario, aquellos que apuestan a un régimen de orden social estricto, selectivo y punitivista, basado en una meritocracia corporativa, en un triunfo individualista y desapegado de toda solidaridad para el vivir; los auto denominados “anarco capitalistas”, entre los que se cuentan los referentes anti derechos más salientes del planeta y también, desde un rincón caricaturesco de la escena global, el mísmisimo presidente de nuestra nación.
En estos días en los que la palabra “libertario” cruzó de orilla, Aguirre y su troupe se envalentonan, como una suerte de Titanes en el Ring de los títeres, y traen nuevamente a las tablas esta obra divertidoa, profunda, tan cómica como emocionante, tan didáctica como poética, que muestra las aventuras de un libertario, pero de los de antes... ¿o sería correcto decir de los de ahora, pero enserio? Ustedes dirán.
A Daniel Aguirre le encanta decir cada vez que puede la frase que usted leyó en el título de esta nota, frase tan poderosa como verosimil. También suele decir esto, tomen nota:
“A mi me gustaba cuando a mis hijos le decían: tu papa de qué trabaja y ellos contestaban mi papa trabaja con los titeres. A veces siento que es un arte que no se le asigna el valor que tiene, pero como todo arte, sirve para cambiar al mundo, uno trata de ser buena persona, de pensar en el otro, un pibe que vio títeres durante su infancia lleva esa marca de sensibilidad durante toda la vida”.

Nosotros charlamos con Daniel a horas de su re-estreno en la capital neuquina y compartimos con ustedes esta charla en la que -fiel al estilo de Daniel y el de Juan Bautista- todo queda claramente expuesto:
En un contexto en el que se intenta demonizar lo solidario tildándolo de “zurdo” como insulto ¿considerás que la obra se resignifica al volver a subir a escena?
“Vairoleto, Pechito Libertario” se estrena, giramos mucho, anduvimos por México, por España, por muchos lugares de Argentina. Fuimos seleccionados para representar a la provincia de Neuquén en el selectivo de teatro y participamos en la fiesta nacional de teatro en Rosario. Nos encontró la pandemia, y costó volver a retomar los ensayos de la obra. Pasó de todo. Por todo esto creo que no es casualidad que en esta época, que en este momento, como artistas, tengamos la necesidad de reestrenar este trabajo. Es ni más ni menos que mostrar una historia de solidaridad, de empatía, de amor hacia el prójimo. Los artistas somos personas que -en este caso- sentimos el impulso político de expresar nuestra mirada y nuestra propuesta de esperanza y sumarle, además, que es teatro, que en este momento de tanta tecnología, el hecho teatral nos lleva a mirarnos cara a cara, mostrando una realidad casi aterradora.
Es la misma pregunta de recién, pero alrevés: ¿pensás que Rafa y vos escribirían la misma obra hoy, con todo lo que estamos viviendo socio políticamente? ¿O sería ota obra, cómo sería?
Rafael Urretabizakaya es el autor de esta gran metáfora y cuando nos juntamos a mirar por la ventana o a tirar piedras al lago, casi siempre terminamos hablando de lo que queremos. Y casi siempre nos damos cuenta de algo en particular: que hace años estamos diciendo lo mismo. de una manera o de otra, pero decimos lo mismo. Quizás si estuviéramos elaborando la obra ahora, haríamos -junto con los músicos y con Carlos Piñero- una propuesta con más gente, más participativa, pero en lo político sería lo mismo.

¿Estás escribiendo, construyendo títeres, te dan ganas? ¿Cómo está el tema de los subsidios a la creación en el teatro?
Desde el estado, en este gobierno, la cosa está tremenda. Los subsidios son escasos y tienden a desaparecer, y es casi obvio: así es su línea. A este gobierno no le interesa lo colectivo, no le interesa que la gente se junte. Pero, en lo personal, seguramente por la edad, voy a seguir. No vamos a dejar que nos ganen y que logren que dejemos de hacer teatro ni que dejemos de pensar en nuestro público. El teatro existe porque existen actores, actrices y el público. No se puede hacer teatro solo, sin el otro. Nuestra respuesta a toda esta mierda es hacer teatro. Yo todo el tiempo estoy haciendo títeres, construyendo, amo los momentos de taller. Ahora mismo estamos trabajando con Rafa, con Carlos Piñero y con Gabriel Conti, sobre una obra que vamos a estrenar este año, sobre los velorios en el norte neuquino, con música original. Y -volviendo al tema de los que queremos seguir diciendo- este nuevo trabajo también habla de quién tiene la tierra, de la distribución de la felicidad, del amor, de lo colectivo.
Tres cosas que le dirías a un/a titiritero/a de 17 años que viene a pedirte un consejo
Le diría lo mismo que trato de decir y accionar en la vida: que la felicidad existe, que la felicidad son las gotitas que llenan el lago. Que nada se hace solo, o sola, que así como no es cierto que nacemos solos, tampoco morimos solos,. Que el trabajo diario con los títeres y nuestro público es la felicidad. Y que lo hacemos para que todos y todas tengan todo. O mejor dicho, para que todos y todas tengamos todo.

Contale al público que lee qué es “Vairoleto” y por qué tiene que pegarse una vuelta a verla.
“Vairoleto, Pechito Libertario”, porque así se llama la obra -más allá de que discutimos si era el momento para que se siga llamando así- es un trabajo lleno de esperanza, de miradas cómplices que muestran que lo compartido es el camino. Decimos verdades porque no son mentiras, porque nos miramos a los ojos sin miedos a lo que suceda. Es una obra de títeres de guante, tan ninguneados, con música en vivo, homenajeando al radioteatro, también tan ninguneado. Tiene pinceladas de nostalgia, pero mirando pa'delante. Es una obra de abrazos.
Elegí cuatro personajes de la actualidad, pueden ser de la política, de la cultura, del deporte... y armate una obrita en un solo párrafo.
Mientras Diego y Charly cantan “Los Dinosaurios”, un grupo de Madres de Plaza de Mayo circulan alrededor de un Macri y un Miley que ladran sin parar, pero poco a poco la luz cenital se va apagando.
¿Sos pesimista o ves un buen futuro posible más allá de los nubarrones?
Soy optimista, pero si miro la película total, si miro el futuro como la mas bella utopía, soy un tremendo optimista. Soy optimista porque creo en mi nieta y las nietas de mis nieta. Creo en la belleza de caminar, mientras la utopía se corre dos pasos cuando yo doy dos pasos.
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