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A pleno sol y la muerte cercana

Tom Ripley tiene un amigo, millonario y que se cree superior a él, llamado Philippe Greanleaf. La película se titula A Pleno Sol, y se estrena en 1960, dirigida por René Clement. Tom asesina a Philippe, en medio del mar, a bordo de su embarcación, y se apropia de su identidad.

Esa primera versión cinematográfica de la novela de Patricia Highsmith es protagonizada por Alain Delon, y sirve para cimentar, entre otras cosas, el prestigio del actor más bello de la época.


Ahora, 62 años después, una melodramática instalación mediática actualiza el deseo de aquel actor, este hombre ya muy viejo (86 años), de que le practiquen la eutanasia cuando su deterioro ya se haga insoportable.

La decisión de recurrir a la “muerte digna” la había anunciado Delon no ahora, sino hace más de un año, en 2021, después que, en 2019, sufriera un par de ACV que lo pusieron al borde la tumba.

El porqué de que se lo presentara ahora como una novedad, fue, además de la obra del desprecio hacia la información que distingue a la farándula mediática, un reportaje que se le hizo al hijo de Alain, Anthony, quien en un tramo de la charla recordó el deseo de su padre, sin vinculación directa con su actual estado de salud.


Delon vive en Suiza, y una de sus últimas apariciones públicas fue en el funeral de su amigo, jean Paul Belmondo (septiembre de 2021). Ambos fueron, en la segunda mitad del siglo pasado, emblemas del cine francés, y protagonizaron juntos una película (Borsalino) en la que también eran amigos. Allí, como después sucedió en la realidad, también moría primero Belmondo. No por causas naturales, sino víctima de los abundantes balazos que cruzaban el filme de principio al fin. La realidad es otra cosa, pero suele reflejar consideraciones de la ficción. Por ejemplo, que la muerte es un poco azarosa, y un poco provocada, muchas veces, por uno mismo.


Foto Google (Ilustracion)
Foto Google (Ilustracion)

De aquella magnífica A Pleno Sol, realizada en la plenitud física, le quedó a Delon el deseo de filmar su última película. Cuando habló del tema, reveló que la quería hacer bajo la dirección de Lisa Azuelos. La mujer es hija de Marie Lafôret, la actriz que compartió cartel con el actor precisamente en aquella película de 1960.


El deseo no se ha cumplido, y parece ahora casi imposible, mientras se habla de eutanasia, y el morbo suplanta a la creación, como aquel personaje Ripley suplantara a su amigo, para vivir una fugaz y espléndida estafa en un mundo que le estaba vedado.


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