La amistad no es una mera coincidencia
La amistad a veces es una cuestión de meras coincidencias, y otras, tiene un fundamento serio, de profunda moralidad.
Es el caso de la relación de amigos que mantienen, desde jóvenes, Robert De Niro y Meryl Streep. ¿Dos de los mejores actores de la historia? Es posible. Como también es posible que su historia de amistad sea una de las que resaltan más bellamente en el mundo del cine.
Todo sucedió hace más de 40 años. Meryl estaba desempleada. No tenía dinero, y su novio, su amor, el actor John Cazale, tenía cáncer, necesitaba imperiosamente tratamiento.
Robert De Niro no la conocía a ella, pero conocía a John, con quien había trabajado en El Padrino. La llamó entonces, a esta actriz que no había logrado saltar al cine desde el teatro, y le ofreció ayuda. En concreto, le ofreció trabajo, a los dos, en la película que se aprestaba a filmar con Michael Cimino, El Francotirador.
De Niro lo fue a ver a Cimino y le dije que, si no contrataba a Meryl y John, él renunciaría. Incluso le mostró la renuncia, ya firmada.
Cimino era muy conciente de que el filme no sería lo mismo sin De Niro, ya consagrado por Taxi Driver y El Padrino. Y accedió. Contrató a John Cazale a la desconocida Meryl Streep.
John Cazale murió después de filmar esta película, antes de su estreno. Meryl lo atendió hasta el último suspiro, y, después, siempre lo reconoció como el amor de su vida.
Por cierto, ganó su primera nominación al Oscar con su actuación. Siempre ha reconocido a Robert De Niro como su amigo incondicional. Amigo de toda una vida.
Porque la amistad, a veces, no es una mera coincidencia.
Rubén Boggi
Commentaires